Lejos está esa adolescente que en 1993, con tan sólo 16 años vino a nuestro país a defender a Colombia en el Festival de Viña, donde se llevó tan sólo el tercer lugar con la canción “Eres”, y con la idea que sería una más de las tantas cantantes que han pasado por el escenario de la Quinta Vergara sin pena ni gloria.
Sin embargo, Shakira tenía su propia estrella, la misma que la noche de este jueves 10 brilló sobre el escenario del estadio Nacional por tercera vez, pero con una gran diferencia, hoy es una megaestrella reconocida en todo el orbe.
Con un show de calidad, donde el sonido no tuvo fallos, con una iluminación acorde a la talla de una artista como Shakira, donde las fans –sin distingo social ni etáreo- deliraban por ella con cada una de las canciones que interpretó, la barranquillera dejó en claro quién es hoy en el ámbito musical.
Muchas de sus pequeñas seguidoras sueñan con alguna vez lograr hacer uno de esos cuantos pasos rítmicos, moviéndose cual fuera un robot, con un movimiento de caderas envidiable, sólo igualable por aquellas mujeres dedicadas a la danza árabe profesional.
Pero lo más importante, con una sonrisa que no se borra jamás de su rostro, hace que todas esas “shakiras” que cantaron con ella, puedan dormir felices, y pensando quizás en seguir sus pasos.
Una noche donde lejos del “divismo” que se pudo apreciar en el retraso de 30 minutos, quedó totalmente borrado cualquier atisbo de éste con el sólo hecho de caminar entre los fans, saludando y dándose el tiempo de estrechar una mano al paso.
Apoyada cien por ciento en sus músicos y su coro de chicas, Shakira puede darse el lujo de bailar y cantar a la vez sin hacer ningún mal uso de pistas pregrabadas. Su voz es natural, un poco gastaba a esta altura del Tour pero potente.
No faltaron sus clásicos como "Ciega, Sordomunda", "Te dejo Madrid", "Si te vas", "Suerte", "Gitana", "Loba", "Loca", "Sale el sol", "Ojos así" , "Underneath Your Clothes" y la infaltable "Waka Waka". Sin embargo, lo que llamó más la atención fue el raro cover que realizó de la canción de Metallica "Nothing Else Matters".
La fiesta de Shakira finalizó cerca de la medianoche, con un público que bailó, cantó y demostró su fidelidad a la "diva latina del pop".
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